¿Sabías que el Eneagrama en la antigüedad se utilizaba para la formación de LÍDERES?

Así como sucedía con otros métodos de desarrollo espiritual e integral de la persona, estaba reservado sólo para círculos muy cerrados y específicos.

Como la autoridad político-religiosa era quien pensaba y decidía por todo el pueblo, se intentaba prepararla desde la niñez con un buen nivel de conciencia. 

Además, estos métodos eran guardados cuidadosamente para preservarlos de usos incorrectos, ya que el desarrollo de la consciencia requiere de suma responsabilidad…

El desafío de esta era

Hoy, en la era de la información y las comunicaciones, que permite el acceso a todo tipo de conocimientos, el Eneagrama ha tomado amplia difusión.

Esto es muy importante, ya que, en realidad, todas las personas estamos llamadas  a desarrollar nuestro propio liderazgo personal.

Pero ¡cuidado!  La responsabilidad continúa siendo la misma…

Queremos compartirte algunos puntos que nos gusta dejar bien en claro en nuestros cursos, lecturas y consultorías, para tomar el Eneagrama con responsabilidad. 

Nueve usos incorrectos del Eneagrama

1. Confundirlo con autoayuda:

es autoconocimiento

No, no es lo mismo…

La ayuda demanda una solución determinada, es una urgencia ante una situación límite.

El conocer, en cambio, ¡es un proceso inagotable!

El Eneagrama enseña dinámicas para despertar y acompañar el autoconocimiento.

No se trata de llegar a un destino, sino de ser conscientes durante el camino.

2. Confundirlo con autosuficiencia:

es conexión

¡Cuidado, no quedarse en el foco individualista!

El Eneagrama comienza con la autoobservación, pero entendiendo y aceptando la diversidad de maneras de ser.

Nos enseña que sólo es posible nuestro equilibrio y armonía en conexión con los demás, aprendiendo de lo diferente que nos complementa y completa.

3. Confundirlo con autojustificación:

es evolución​

No tiene sentido quedarnos en excusas…

Reafirmar constantemente nuestras características “eneatipicas” sólo nos estanca.

Por eso hacemos hincapié en la dinámica del Eneagrama, que nos conecta con el movimiento e interrelación de las nueve energías presentes en nuestra personalidad.

4. Confundirlo con frases positivas:

es integral​

Las frases positivas pueden hacer muy bien para mentalizarnos cada día. Pero es importante tener en cuenta que, si sólo nos enfocamos en lo positivo, nos perdemos la otra gran parte de la realidad…

Como dice Carl Jung, la única manera de “iluminarse” es haciendo consciente la oscuridad.

El Eneagrama nos enseña que el mayor aprendizaje se encuentra oculto en las crisis.

Sólo siendo conscientes de nuestras sombras podemos trascenderlas.

5. Confundirlo con atención terapéutica:

es un método​

No nos malinterpretes, el Eneagrama sí es terapéutico, aunque no reemplaza la atención de una terapia psicológica cuando es necesaria.

Es un maravilloso método para la búsqueda de nuestro equilibrio y crecimiento personal, y puede complementarse perfectamente con otras terapias.

Pero por sí sólo no es equivalente a un proceso terapéutico con la dirección o el acompañamiento de profesionales de la salud.

6. Confundirlo con objeto de idolatría:

es un símbolo

El Eneagrama es un modelo, una herramienta que nos permite reflexionar.

No se adora a un martillo porque nos haya permitido “dar en el clavo”, ¿verdad?

7. Confundirlo con etiquetas:

es mucho más complejo

Etiquetar no nos lleva a ninguna parte.

Si miras el símbolo, verás conexiones: no sólo hay 9 formas de ser, hay múltiples combinaciones entre las nueve energías. Y esas líneas y ubicaciones  de los eneatipos que puedes observar, son sólo las principales (energías cercanas), ya que en realidad todas las energías están relacionadas entre sí.

Reconocer nuestro eneatipo es una manera de abordar nuestras motivaciones y actitudes básicas predominantes para reconocer aquellas que nos potencian y liberan y trabajarlas a través de todos los atributos de la personalidad en conjunto..

No se trata de meternos en una caja, ¡sino de salir de la que construyó nuestra personalidad y liberarnos de sus limitaciones!

8. Confundirlo con un horóscopo:

no depende de factores externos

El Eneagrama no está ligado a fechas, ubicación de los planetas, elementos externos, ni miradas subjetivas.

Es un modelo para que la misma persona se auto-observe y se re-conozca.

Se basa en la apertura y honestidad con nosotros mismos, para tomar consciencia de cómo somos y cuánto nos limitamos en nuestra personalidad, para no quedarnos “atrapados” en ella.

9. Usarlo a la ligera:

requiere responsabilidad

El Eneagrama no es un juego, debe trabajarse con seriedad. Se basa en el respeto a la libertad e intimidad de las personas, considerando sus tiempos y necesidades.

Si leemos el Eneagrama a personas reales (y no para pensar en personajes de ficción), no conviene jugar a la adivinanza, ni generar apuro en el proceso de autoconocimiento.

Lo importante es que, a través de la interpretación que podemos hacer al leer lo que el Eneagrama “dice”, la persona pueda conectar con lo que el símbolo le dice” a ella, para su vida en general y para el momento de la auto-observación en particular.

Te compartimos los errores que cometimos...

Al terminar nuestro primer curso como alumnos, allá por el año 2009, nos entusiasmó tanto este conocimiento que quisimos compartirlo con nuestros amigos y familia.

En esos momentos, no contábamos con la experiencia que tenemos ahora, y comentimos algunos errores…

Cuando nos dimos cuenta de esos errores decidimos no salir al afuera, sino estudiar, profundizar y prepararnos bien en el conocimiento mínimo necesario para leer Eneagramas y brindar cursos, lo cual nos llevó un par de años para recién comenzar.

Te compartimos esos errores para que puedas evitarlos:

1º error: Creer que podíamos etiquetar a los demás.

Es muy tentador intentar “adivinar” qué eneatipo es mi pareja, mi amigo, mi compañero de trabajo.

Si bien alentamos a observarnos y observar las actitudes de los demás para aumentar nuestra comprensión y empatía, debemos evitar la etiquetación, invitando a las personas a conocerse y descubrirse, porque son ellas mismas las que mejor se conocen.

Además, las personas se conectan con nosotros a través de ciertos atributos de su personalidad, en función de los roles que están desempeñando, eso no significa que esa sea su identidad.

2º error: Usarlo como justificación.

“Soy así, los demás tienen que entender mi manera de ser”

Cuando descubrimos nuestro eneatipo, es muy común pensar que llegamos a un “destino” y que nos permite justificar nuestras actitudes.

Es importante abrirnos a aprender de todos lo atributos de nuestra personalidad para poder tomar lo mejor de ellos, cambiando aquello que nos limita y lo que daña nuestras relaciones vinculares.

3º error: No respetar los tiempos de cada uno.

Con la emoción de auto descubrirnos, pretendíamos leer el Eneagrama a todo el mundo…

La lectura del Eneagrama debe surgir del interés de la propia persona, no del nuestro.

Lo importante no es demostrar “cuanto sabemos” de Eneagrama, sino ayudar a la persona en su autoobservación, la activación de su testigo interno y la toma de conciencia de sus actitudes, proceso que no necesariamente se poduce o activa en el momento de la lectura, sino generalmente a posteriori; cuando la persona, en momentos de calma y solecad, se conecta consigo misma.

El símbolo del Eneagrama en un pizarrón

El Eneagrama es una invitación a observarnos y tomar conciencia, para que el asentimiento y la aceptación sea un punto de partida…

Asentir y aceptar como somos y como son los demás, comprendiendo que es posible cambiar y que cada persona puede desarrollar lo mejor de sí misma. Saber que este es un proceso muy personal que implica tiempo, paciencia y evitar juicios.

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FILOSOFÍA DEL ENEAGRAMA

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